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FullMetal Alchemist

viernes, julio 4

La semana pasada descargué y vi Fullmetal Alchemist. Lo cual, aparte de recordarme lo desfasado que estoy en lo que es anime (no es que me interese actualizarme tampoco) me hizo pensar bastante. Es una muy buena serie, muy triste y a la vez muy entretenida. Dos hermanos, alquimistas natos, tratan de volver a si difunta madre a la vida, cosa prohibida. Descubren por las malas el porque de la prohibición: el hermano mayor pierde un brazo y una pierna, y el menor todo su cuerpo, quedando su alma atada a una armadura. Y su creación es una criatura deforme, de pesadilla. La serie trata de su búsqueda de la piedra filosofal, la que les permitiría recuperar lo perdido (no a su madre, solo sus cuerpos).
Ahora, ¿Que es lo que me hizo pensar?. Bueno, es común en el anime la hiperbolización de las relaciones de hermano, donde el menor idolatra al mayor y el mayor daría su vida por cuidar al menor. No puedo decir que ocurra así en la realidad, pero normalmente cosas como esa reflejan la realidad japonesa. Esta situación no ocurre en nuestra occidental realidad, donde muchas veces las relaciones entre hermanos son pésimas (incluso siendo pequeños) y aún en los casos donde la relación es buena, muchas veces se tratan de las maneras menos cariñosas.
¿A donde voy con todo esto?. A la relación que yo tengo con mi hermana. Somos un caso extraño, muchas veces provocando envidia. Puedo decir sin exagerar que ella es la persona mas importante para mi dentro de la familia, y, mas aún, uno de los apoyos mas grandes que tengo (a veces, el único). Y aunque ahora ella vive en España, seguimos igual, a pesar de la distancia. La echo de menos.

Nos leemos.